Las personas pertenecientes a diferentes grupos étnicos tienen derecho a expresar su cultura y hablar su lengua sin que otras personas lo impidan o las juzguen negativamente por ello.
La accesibilidad universal es el grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de que tengan alguna discapacidad. Ésta es necesaria para que todas las personas puedan participar en la vida de su comunidad.
Todas las personas podemos elegir libremente una religión, creencia, o decidir no tener ninguna, pues la libertad de creencias es un derecho que debe ejercerse sin discriminación.
Para que una sociedad se desarrolle plenamente es indispensable que las mujeres participen en condiciones de igualdad en todos los ámbitos, por ejemplo, el familiar, el escolar, el laboral y el político.
Toda persona tiene derecho a buscar asilo en otro país para proteger su vida y su integridad en caso de ser necesario, por ejemplo, en una guerra.
Todas las personas son iguales en dignidad y derechos, sin importar su posición económica, etnia, color, sexo, idioma, religión, origen social o cualquier otra condición.
Las niñas y niños que viven con VIH/sida son aislados y/o excluidos. En algunos casos se les niega el acceso a la educación. Esto es una violación a sus derechos producto del desconocimiento y estigmatización en torno al VIH/sida.
En nuestra sociedad frecuentemente se juzga a las personas por su apariencia física, lo cual favorece la discriminación. Para prevenirla es necesario reconocer que el valor de las personas no depende de cómo se ven.
El rechazo a la expresión de la diversidad sexual surge, entre otras razones, por el desconocimiento y los aprendizajes sobre lo femenino y lo masculino, que varían de acuerdo con la época y el lugar en los que vivimos.
La participación plena y efectiva de las personas con discapacidad auditiva requiere que se eliminen las barreras del entorno y las actitudes asistencialistas hacia ellas.
En algunas ocasiones, las personas adultas mayores viven violaciones a sus derechos ocasionadas por prejuicios relacionados con su edad. Es necesario erradicar estas ideas negativas para favorecer el acceso de estas personas a todos sus derechos.
Las personas adultas tienen la obligación de velar por el bienestar y pleno desarrollo de niñas y niños, ya que son una población que requiere de cuidados y protección específica. En la Convención sobre los Derechos del Niño están plasmados todos sus derechos.